Un comentarista escribió una vez que los modelos masculinos de Playgirl le producían el doble de morbo que los desnudos publicados en revistas gay. El hecho de tratarse de hombres sin ropa para el uso "exclusivo" de mujeres -toda una revolución en su época-, con todo el significado "hétero" que eso implicaba, parecía hacer volar más ratones y fantasías que cuando se trataba de varones declaradamente homosexuales. Y creo que algo de ese halo misterioso existía, teniendo en cuenta, por ejemplo, cómo nos pone a mil la curiosidad de un hombre heterosexual sobre el mundo homo y las fantasías que éste pueda tener con individuos del mismo sexo. Y si bien Playgirl, la contracara de Playboy, fue diseñada para el consumo femenino, su contenido nunca fue ajeno para el público gay por supuesto, sobre todo aquel al que no le iban las plumas y se ponía a mil con hombres bien masculinos y en lo posible padres de familia (adhiero). Por supuesto que entre los modelos de Playgirl, tan viriles y machitos, había muchos que no eran exactamente heterosexuales, pero ¿qué importaba eso si la fantasía ya estaba puesta en marcha?. Para ver si el efecto sigue siendo tal, echemos hoy un vistazo a alguna de sus emblemáticas páginas (también las desplegables centrales).
(Recopilé las imágenes de este post con algunos nombres y fechas, pido disculpas por aquellas de las que no tengo datos)