No suelo publicar muy seguido hombres letales -en diez años, sólo 5 veces- , y mucho menos una galería repleta de ellos como la de hoy. Hay algunas razones: en principio, no todos los hombres que se ven en la red son dignos de esta etiqueta, y en segundo lugar, es mejor distanciar estas entregas por el bien propio y de todos los visitantes de Vellohomo.No es fácil definir a un "letal". No es comparable como ya dije, por ejemplo, a la "femme fatal" ni mucho menos. Hasta el momento, mi mejor definición la pude expresar, hace años, en esta entrada (click aquí), por lo que creo innecesario volver a enunciarla (vale la pena leer también cada uno de los 21 comentarios que tuvo el post). Pero tal vez lo más difícil sea compartir con otras personas el concepto de letal, pues si no se ha tenido contacto, o mejor dicho aún, si jamás se ha sucumbido ante ellos, tal vez sea imposible entender a qué me refiero cuando hablo de "hombres letales". No tienen que ser necesariamente bellos, más bien su letalidad reside en su personalidad, en su encanto, un encanto que puede ser un embrujo, y cuando caemos en él, seguramente ya no podremos pensar en nadie más. Sí, son peligrosos, porque te matan, pero a la vez adorables, ¿son imposibles?, no, no es difícil tener algo con ellos. Nos pueden amar profundamente porque entre sus condiciones están la sinceridad y ser buenas personas. Son inevitables, son buscados, temidos, amados, odiados, y puede que -a veces sin ser ellos responsables- nos rompan el corazón. Pero son necesarios, pues les aconsejo -más bien se los deseo- conocer a uno y que se enamoren de él, aunque sea una sola vez en la vida.Disfrútenlos, pero, cuidado, ya les advertí...
↧
Los hombres letales
↧