El llamado juego del "palo enjabonado", o palo ensebado, también conocido como "cucaña", ha sido una tradición muy presente en las fiestas patronales donde todo es jolgorio, algarabía, olor a manjares populares y clima de fiesta, y la gente (históricamente participantes masculinos) escala un poste engrasado otorgándose al ganador -el que pueda llegar a la punta sin caer- premios y distinciones.
Esta costumbre nació en el sur de Italia (claro, por supuesto) y fue adoptada por distintas culturas de distintas regiones del mundo.
En Vellohomo también jugaremos hoy al palo enjabonado, sólo que no nos quedaremos únicamente con el palo, y enjabonaremos también todo el resto. Así es más divertido.
El premio para el ganador es sorpresa, pero no cuesta mucho imaginarlo.