Después de todo, y aunque la mayoría no lo tenga en cuenta, las orejas forman parte de las zonas erógenas más sensibles del cuerpo. Pezones, parte interna de los muslos, cuello, nuca, por ejemplo, son regiones que al ser estimuladas pueden provocarnos placeres indecibles y contribuir en gran parte a alcanzar intensos orgasmos. ¿Qué hay de los lóbulos o la parte posterior de nuestras orejas?, quienes ya lo sepan y hayan experimentado sus delicias a la par de aquellas zonas que ya conocemos bien, disfrutarán mucho del post de hoy.
-Qué orejas tan grandes tienes...
-Son para correrme mejor.