La relación entre el hombre y el caballo data de más de cinco mil años atrás. Gracias a esa amistad longeva e inscripta en su evolución, el animal, a través de su capacidad de percibir sensiblemente todo aquello que lo rodea, puede darse cuenta de nuestros distintos estados emocionales gracias a ciertos códigos de nuestro cuerpo y estableciendo una suerte de lenguaje muy estrecho.
Galería sobre hombres y caballos, una sociedad preciosa tan íntima como milenaria.