Tal vez quieran despertar en algún momento, puede que sea inminente, repentino, o sigan esperando beatíficamente. Lo cierto es que la belleza atrapante de los penes en estado de flacidez bien vale una observación detenida. Amo ese tipo de observación absorta y calma, aquella que se toma todo el tiempo del mundo para captar cada detalle. Es entonces donde puede valorarse la belleza y cada factor que la compone. Sólo cabe maravillarse con lo hermoso que puede ser un miembro viril.
Calma a la calma. Disfrutemos, ya será el tiempo en que queramos que despierten.