El tiempo, un concepto que apenas podemos comprender a lo largo de toda una vida, es algo que puede conectarnos tanto con lo eterno como con lo efímero, y esto último diversificado en millones de significados. Cuando miro estas imágenes no puedo dejar de divagar sobre como todo pasa, realmente todo. Estos rostros ya no están en este mundo, hace muchísimos años que alguna vez envejecieron, tal vez brillaron con una nueva belleza en su madurez o bien fueron perdiendo el encanto de la lozanía, y también en un determinado momento -hace décadas- se extinguieron desapareciendo para siempre, para algunos con paso lento y para otros de una manera fugaz, casi desapercibidamente. Es que el tiempo, eso tan subjetivo, no transcurre de la misma forma para todos. Hoy, en esta galería centenaria, transitaremos estas caras magníficas y plenas de belleza como si el tiempo se hubiera detenido. Pero sabemos incluso que hasta eso es una mera falacia.
