Queridos amigos míos,
Siempre que nos toca transitar este último día del año, llegan -sin convocatoria previa- un montón de emociones, reflexiones, deseos, y sobre todo un pensamiento hacia el otro, los otros, hacia todos los afectos que nos rodean, y también hacia uno mismo. Salen a relucir los balances sobre logros y cosas pendientes, entre otras cosas, y no sé por qué esto sucede cuando finaliza el año, como si significara que nuestra vida llegó a una instancia propicia para volver a comenzar y dejar algunas cosas atrás, el famoso borrón y cuenta nueva. No sé si es así realmente porque siempre he pensado que estipular ciclos por cada año vivido no es cien por ciento aplicable al camino recorrido o por recorrer, pero, por alguna razón, hábito o costumbre, tendemos a funcionar así, como si el numero 4 en el calendario implicara alguna diferencia con la cifra 3.
Igualmente siempre me parece propicio, como año tras año, dirigirme a ustedes en estas fechas y abrazarlos con todo mi agradecimiento.
Yo hago este blog a partir de aquellas cosas que me atraen de manera muy personal, y el hecho de que ustedes se suban a ese carro compartiendo y recibiendo ese contenido me parece mágico y muy placentero. Gracias por estar siempre aquí, gracias por ser tan sensiblemente receptivos, gracias por ser tan respetuosos en sus mensajes y seguir eligiendo este espacio durante tantos años.
Los años por venir, por lo menos en mi país, serán duros y llenos de incertidumbre. De nuevo. Tantas veces, años atrás, he comentado una y otra vez estas marchas y contramarchas, que hoy ya me parece reiterativo volver con lo mismo. Prefiero dejarlo así. Y guardarme mis desesperanzas para mí y mi círculo íntimo de seres queridos. Tantas veces hubiera querido comentar aquí algo así como: "bueno, esta vez sí, esta vez saldremos adelante" y mi visión realista de los acontecimientos vuelven a decirme lo contrario. En fin. Alguna vez se dará. Quién sabe.
Mientras tanto no perderé la alegría ni mis energías, eso nadie me lo podrá quitar, porque tengo por fortuna muchas cosas valiosas como para seguir enamorado de la vida que yo mismo -para bien o para mal- me he forjado y que maravillosas personas a quienes amo me han regalado incondicionalmente.
Brindo por ustedes con mis mejores deseos.
¡Feliz 2024!
Los quiere,
Franco.