En un compás de espera interminable
me quedo estancado en la ventana, expectante.
Los minutos no corren y se suman en vacíos espacios de angustia.
Estoy desnudo como si mi cuerpo, preparado, te trajera a mí más rápido.
A través del cristal miro sin detenerme en nada para verte mejor cuando cruces la calle.
Pero las horas pasan y no estás conmigo.
Te seguiré esperando, ya ves, no puedo hacer otra cosa.
A través del cristal miro sin detenerme en nada para verte mejor cuando cruces la calle.
Pero las horas pasan y no estás conmigo.
Te seguiré esperando, ya ves, no puedo hacer otra cosa.